La Estafa del Euro

En Europa a principios del siglo XX reina el nacionalismo, heredero del imperialismo del siglo XIX. Las economías europeas siguen un modelo mercantil de importar recursos naturales de sus colonias y a través de su potente industria convertir esos recursos en productos manufacturados para vender en mercados domésticos e internacionales. Este modelo es profundamente proteccionista ya que no solo existían altísimos aranceles entre las naciones para proteger a sus empresas y sus trabajadores de competencia extranjera, sino que además obligaban a las colonias a solo usar los mercados de su imperio a precio fijado por el gobierno, impidiendo así que vendiesen su producto en el mercado libre. Esta mentalidad se justificaba con la idea del momento que el comercio internacional era un juego de suma cero, dicho de otra forma, cualquier mercado que no controles tu lo va a poder controlar tu enemigo y se beneficiará él. Dos guerras después, finalmente, conseguimos desmentir esta hipótesis y nos dimos cuenta de que si en vez de que cada país produjese el total de lo que necesita se especializase es ciertos sectores, podría conseguir el resto de los productos de consumo que necesita con los beneficios de haber exportado el superávit de producción y el tamaño total de la economía europea crecería. El comercio además es una excelente arma disuasoria contra conflictos internos. Cuando estalla la guerra las fronteras se cierran y ahora gran parte de la economía que dependía de mercados extranjeros colapsa de un día para otro. El primer paso que se dio para acabar con estos conflictos fue la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Esta determinaba una regulación única de todos los miembros en estos sectores. Estos dos materiales son esenciales en una guerra y este acuerdo incentivaba a compartirlos entre todos y a no mantenerlos en reserva como paranoicos. El segundo paso fue el tratado de Roma firmado en 1957. Declaraba la Unión Económica Europea, quitando todos los aranceles al comercio en Europa y sellando el fin de la era del proteccionismo. Ahora todo tipo de bienes y capital podía circular libremente incrementando la conectividad de los mercados y expandiendo el techo de vidrio que antes sufrían las empresas al solo poder vender en su país si no querían pagar aranceles. Pero seguía quedando una barrera al comercio. Por ejemplo, si yo soy un empresario francés de coches y quiero venderlos en Alemania puedo sin problemas transportarlos a territorio alemán y empezar a venderlos ahí como cualquier otra empresa del país. El problema esta cuando me venga mi primer cliente que me va a ofrecer por uno de mis coches una cierta cantidad de marcos alemanes por poner un ejemplo 3000. Yo como empresario francés tengo que pagar a mis empleados y mis impuestos en francos entonces tengo que cambiar esa divisa. El marco alemán es una divisa fuerte y estable que sube de valor consistentemente y que no es afectada por grandes cambios. El franco en cambio es más volátil y sube y baja rápidamente. Digamos que en el momento de la compra 1 marco = 1.3 francos. Cuando yo haga el cambio de mis 3000 marcos obtendré una cantidad de 3900 francos (menos una pequeña comisión de transición). Pero si para cuando vaya a hacer el cambio el franco ha subido a 1.1 franco = 1 marco, entonces solo conseguiré 3300 francos. Suponiendo que me ha costado hacer este coche 3500 marcos significaría que en ese momento cada coche me esta costando 200 marcos venderlo. Con tanta incertidumbre decido que el mercado alemán no es para mi y me llevo mi negocio a otra parte. Hoy vamos a analizar la solución que se propuso en la UEE para resolver este problema: el euro.

Nuestra historia empieza el 13 de marzo de 1979 con la introducción de los Mecanismos de Tipo de Cambio (MTC). En un intento de reducir las fluctuaciones en los tipos de cambio las bancas centrales prometieron fijar un intervalo de precios del que ellos prometían respaldar. Me explico: digamos que la UEE dicta que un marco como muy poco va a valer 1.25 francos y como mucho 1.3. Si el precio baja a 1.1 francos nadie vendería sus marcos en el mercado libre ya que pueden ir a la banca central francesa que les va a ofrecer 1.25 francos fijando así su precio. Y si al contrario subiese a 1.35 francos el banco central alemán ahora vendería marcos a 1.3 francos manteniendo su precio artificialmente bajo. De esta manera con el tiempo los mercados se acostumbrarían a este mecanismo y los precios de las divisas naturalmente acabarían fluctuando en el intervalo dictaminado o eso creyeron. La situación era la siguiente:

Source: https://en.wikipedia.org/wiki/European_Exchange_Rate_Mechanism

Bélgica, Francia Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Los países bajos y Dinamarca fijaron el valor de sus divisas al de la UME (Unidad Monetaria Europea) que se basaba en la media del valor de sus diferentes monedas. Eso quiere decir que el tipo de cambio entre ellas nunca variaba. España más tarde enganchó la peseta al valor de la UME efectivamente uniéndose a la alianza. En cambio, Reino Unido, Grecia y Portugal acordaron solo quedarse en un intervalo de la UME y no comprometer a fijarse. Inicialmente la solución funciono como todo el mundo esperaba y se incremento el comercio entre los estados, pero esta bonanza no duraría. El Reino Unido empezó a crecer más despacio que Alemania y el valor de la libra empezó a bajar respecto a la UME. Bueno, dijeron los ingleses, no pasa nada que la banca central siga comprando a un precio artificialmente alto y nos mantenemos en el intervalo. Aquí llega nuestro villano: George Soros, un inversor judío de origen húngaro y protagonista de numerosas teorías conspiranoicas judeo-masónicas a veces extremadamente antisemitas. Soros se dio cuenta de este imbalance y pidió prestados una gran cantidad de libra esterlina. Llevó este dinero al banco central británico que le dio por él una cantidad inflada de marcos. Y cuanta más y más gente se dio cuenta de lo que estaba pasando la banca central estaba agotando sus reservas de marcos y cuando finalmente se acabaron el valor de la libra se desplomo a su valor real. Esto sucedió 16 Setiembre de 1992 conocido como Black Wednesday. Ahora el préstamo que Soros había pedido prestado en libras se volvió mucho más fácil de devolver y tubo unas ganancias ese día de 1 billón de libras. Y en total a la banca le costó 3.14 billones. El Reino Unido nunca más confiaría en Europa y había quedado claro que el paso de unión monetaria iba a ser mucho más difícil que la unión aduanera. Pese a los peligros la UEE continuó y ese mismo año se firmó el tratado de Maastricht creando lo que ahora conocemos como Unión Europea. Más tarde en 1995 se adoptaría la moneda única: el euro, eso si, cediendo a el Reino Unido un opt-out.

Un gobierno tiene dos mecanismos para controlar la economía: la política monetaria y la política fiscal. La política monetaria es el control de creación de divisa y del interés mínimo de un préstamo dictado por el valor de un bono del estado. La política fiscal en cambio es el recaudo de impuestos y el gasto público. Con la unión monetaria se proponía la centralización de la política monetaria y dejar a cada miembro gestionar su política fiscal respetando la soberanía nacional. Ahora con el euro el valor de la moneda estaba respaldado por la suma de todas las economías miembro haciendo que países nórdicos como Francia y Alemania tengan una divisa más baja de lo que da su economía y al contrario España e Italia tenían monedas por encima de las expectativas de su economía. Esto a primera vista puede parecer que beneficie a los países más pobres de la unión, pero vamos a ver los detalles. En los años 1990 Italia era una importante exportadora de productos con bajo valor añadido y su economía estaba a los niveles del Reino Unido y Francia. Para competir con la competencia Italia mantenía una divisa baja haciendo así sus productos más baratos para compradores internacionales. Cuando el valor de la lira subía por el incremento de demanda de productos simplemente imprimían más billetes y bajan otra vez la divisa. Todo esto cambió con la entrada al euro y la entrada de china a la WTO en 2001 con la que no podía competir a nivel mundial. Italia con el euro tenía ahora una divisa muy valiosa haciendo que sus exportaciones fuesen más caras y menos competitivas en mercados europeos. Como ya no tenía política monetaria propia solo podían acudir a políticas fiscales, pero desgraciadamente el único mecanismo posible era el arancel y ya hace años que no se podía poner al tun-tun. Alemania en cambio sufrió una bajada en su divisa favoreciendo enormemente su industria exportadora. Se estima que desde la introducción de la divisa única las empresas alemanas se han beneficiado de un 12% en el incremento de su competitividad.  Además, como los tipos de interés los marcaba el banco central ahora todo el mundo ofrecía préstamos a España y Italia a este interés bajo lo que hizo que estos países se endeudaran por encima de sus capacidades. Esto llevo a varias burbujas y trampas de deuda, como en el caso de Grecia que llegó un momento que tenía que pedir prestado para pagar los intereses de sus deudas y en ese momento el gobierno esta condenado a declarar banca rota. Alemania ofreció rescates a todos estos países, rescate, palabra bonita para crédito de bajo interés. Pero que nadie se confunda esto no fue un acto caritativo. Viéndose en circunstancias nefastas Grecia quería desesperadamente imprimir más dinero lo que hubiese significado una salida del euro que generaría pánico y desconfianza desplomando el valor del euro. Temiendo una reacción en cadena estaban dispuestos a salvar el euro a todo coste. Además, impusieron condiciones de austeridad severas para que estos países se redujera el gasto público y que esto no volviera a pasar. Sin embargo, estos países estaban en recesión donde el gasto y las inversiones eran muy bajas y el ahorro estaba disparado. Las medidas de austeridad redujeron drásticamente el gasto público y como nos enseña el famoso economista John Maynard Keynes esto reduce el tamaño total de la economía: todo el dinero recortado en pagos a funcionarios y ha pensiones redujo el consumo total de la economía. Al reducirse el consumo bajan los precios para ajustarse a la menor demanda obligando a las empresas a despedir a gente escalando el problema. Lo que paso fue que por todo lo ahorrado en austeridad se había perdido en crecimiento dejando sobre todo a Grecia completamente estancada necesitando no uno sino dos rescates multibillonarios.

La situación había sido crítica pero la cancillera alemana Angela Merkel con las manos cubiertas de sangre griega y con mano de hierro consiguió estabilizar la situación. Actualmente Alemania sigue recuperándose de los rescates y sigue teniendo enormes cantidades de deuda griega, española e italiana. Estos países a su vez se han recuperado mínimamente pero ahora vuelven a desacelerarse. Con las relaciones con el Reino Unido a niveles históricamente bajos y la subida de partidos euroescépticos como la Agrupación Nacional de Marine le Pen amenazando el matrimonio franco-germano que ha mantenido a la unión europea junta es difícil predecir lo que sucederá ahora, pero en mi opinión el mayor desafió que queda por delante es solucionar el problema de la divisa o corremos el riesgo de que la UE no aguante otra crisis económica y se desplome bajo tanta presión. Lo que ya nadie puede negar, es que tanto Italia como Grecia son mas pobres hoy, que el día que entraron en la Unión Monetaria. Yo como fiel europeísta confío que solucionemos nuestras diferencias y volvamos a liderar la civilización.

«¡ LLegará el día en que vosotros, Francia, vosotros, Rusia, vosotros, Italia, vosotros, Inglaterra, vosotros, Alemania, todas vosotras, naciones del continente, sin perder vuestras cualidades distintas y vuestra gloriosa individualidad, os fundiréis estrechamente en una unidad superior, y constituiréis la fraternidad europea, absolutamente como Normandía, Bretaña, Borgoña, Lorena, Alsacia, se fundieron en Francia. LLegará el día en que ya no habrá más campos de batalla que los mercados abriéndose al comercio, y los espíritus abriéndose a las ideas.(… ) LLegará el día en que estos dos grupos inmensos, Estados Unidos de América y Estados Unidos de Europa puestos frente el uno al otro, tendiéndose la mano por encima de los mares, intercambiando sus productos, su comercio, su industria, sus artes, sus genios, roturando el globo, colonizando los desiertos mejorando la creación bajo la mirada del Creador, y combinando juntos, para entresacar el bienestar de todos, estas dos fuerzas infinitas, la fraternidad de los hombres y la potencia de Dios ! ( largos aplausos). Y franceses, ingleses, belgas, alemanes, rusos, eslavos, europeos, americanos, ¿qué debemos hacer para llegar cuanto antes a aquel gran día ? Amarnos.

Victor Hugo

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